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Con el frío aparecen las infecciones respiratorias: laringitis, bronquitis, gripe, resfriado, etc. Existen remedios naturales eficaces que pueden ayudar al niño a calmar la tos, expulsar las flemas, tratar la ronquera, o evitar la deshidratación. Te decimos también qué síntomas debes tener en cuenta para acudir al pediatra. Por Mar Fernández.

Si tu pequeño ha comenzado a toser, está afónico o tiene fiebre, debes saber cómo actuar. "Si el niño con fiebre tiene más de un año y su estado general es bueno, se recomienda esperar 48 horas antes de acudir al pediatra, ya que con pocas horas de fiebre no podemos diagnosticar la enfermedad", explica la Dra Gemma Baulies, pediatra y presidenta de la Asociación de Pediatría Natural (Pedinatur). Un niño mayor de un año se considera que tiene fiebre cuando el termómetro marca más de 38,5 º C. Siempre que el pequeño tenga fiebre se ha de vigilar que no haya petequias, unos puntitos rojos que aparecen por el cuerpo y que no se van al presionar con el dedo, ni que haya signos meníngeos, es decir, rigidez de nuca. "En cualquiera de estos dos supuestos se ha de ir de inmediato al pediatra para que valore al niño", advierte esta especialista. 
En invierno son muy frecuentes los procesos respiratorios que cursan con tos y mocos, signos por los que no es necesario acudir al médico, salvo que aparezcan otros síntomas como dificultad para respirar o mucho malestar general (vómitos, decaimiento, diarrea, etc). "Los mocos son un sistema de defensa que tienen los niños. Ante cualquier agresión respiratoria sean virus, bacteria, polvo, etc., el organismo fabrica mucha cantidad de moco para impedir el avance de la enfermedad y preservar los bronquios y los pulmones. La tos es el sistema que tenemos para movilizar el moco y mantener limpias las vías respiratorias", explica la Dra. Gemma Baulies, pediatra y especialista en homeopatía y medicina natural.

 

 

 

 

 

                                                                                                       

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Algunos de los productos que más destacan en el mercado son los siguientes: 

Osito Sanito- Defensor :  Osito Sanito Defensor, presentado en un envase de 250 mililitros, elaborado por los laboratorios de Tongil. Se trata de un jarabe infantil que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.

Osito Sanito - Dormilón:Osito Sanito Dormilón, en un envase de 250 mililitros de Tongil. En este caso, nos encontramos con un jarabe infantil que ayuda en los problemas de insomnio.

¡Adiós Pañuelos! : Este producto está elaborado por los laboratorios de Pinisan, presentado en envase de 250 ml. Delicioso jarabe para olvidarse de los pañuelos.

  - Contra la Tos: Si la tos es productiva no hace falta recetar ningún   antitusígeno (jarabe para cortar la tos). Con la tos, el niño  mueve el moco para expulsarlo de las vías  aéreas. El mejor mucolítico (jarabe para expulsar el moco) que hay es el agua, ya que al   aumentar la ingesta de líquidos los mocos se vuelven más fluídos y cuesta menos   expulsarlos. Ofrécele con frecuencia líquidos. La tos irritativa sí puede tratarse con algún  jarabe natural .

- Contra la Fiebre: La fiebre es un sistema de defensa del organismo ante la agresión de los gérmenes. A partir de 38,5º C se pone

en marcha todo el sistema defensivo. "Bajaremos la fiebre si el niño está muy quejoso o molesto. Primero le quitaremos ropa para facilitar la salida de calor. Podemos hacer baños con agua tibia (no fría), envolturas con paños mojados en muñecas y pies. Todo esto lo podemos hacer al mismo tiempo que usamos los antitéticos"

Ilustración de niño enfermo. Fuente: Pixabay

Ilustración de dos niños con jarabe. Fuente: Pixabay

Ilustración de niña con fiebre. Fuente: Pixabay

Ilustración de niña costipada. Fuente: Pixabay

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Copyright: Herboláriame/ Carolina Agudo, Andrea Farnós, Cristina Gallego

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