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Las leches de origen vegetal son una excelente alternativa a la leche de vaca para las personas intolerantes a la lactosa o a sus proteínas. Además, hay una gran variedad de leches vegetales actualmente, para mas información sobre ellas: ver infográfico.
La principal virtud de las leches vegetales es la calidad de sus grasas, insaturadas y más cardiosaludables. Pero, además, en una dieta sana y equilibrada, aportan nutrientes de buena calidad. Alternarlas con leche de vaca ayuda a equilibrar las grasas de la dieta.
El inconveniente que presentan las leches vegetales, si las comparamos con la de vaca, es que resultan menos nutritivas: aportan menos calcio –aunque la mayor parte de las que encontrarás en el mercado están enriquecidas– y proteínas no tan completas. También deberás estar atenta a la etiqueta, pues algunas contienen azúcares añadidos.


Leche de almendras. Fuente: Pixabay.com
¿Cuáles son los tipos de leche que mejor afectan a nuestro organismo? Comenzaremos con la leche de soja. Es la más nutritiva y completa: sus proteínas son de mayor calidad y aporta buenas dosis de vitaminas del grupo B, entre ellas el ácido fólico, imprescindible en el embarazo y en etapas de crecimiento.
¿Quiénes pueden tomarla? En los niños alérgicos, las leches de soja en tetrabrick no sustituyen a la de fórmula que te habrá recomendado el alergólogo. Ésta se elabora a base de proteína aislada de soja, mientras que las envasadas contienen habas de soja enteras y descascarilladas, que hasta los dos años no debes introducir en su dieta. En los pequeños no alérgicos, la leche de soja no debería ofrecerse tampoco antes de esa edad. En su lugar, puedes utilizar las de arroz o avena.
Leche de soja. Fuente: Pixabay.com
Continuamos con la leche de avena. Más completa y con una composición más equilibrada de nutrientes, es rica en proteínas, ácidos grasos, minerales como el hierro, vitaminas del grupo B y fibra. Previene las enfermedades cardiovasculares y la diabetes en la edad adulta, es remineralizante, tonificante del sistema nervioso y útil en caso de insomnio e hiperactividad, eficaz en cuadros de hipotiroidismo y calmante para la piel y la mucosa.
¿Quiénes pueden tomarla? Bebés a partir de los diez meses, niños y adultos. No es apta para celiacos. Para prevenir posibles inconvenientes, acuda primero a su pediatra para confirmar que su hijo no es alérgico a ninguno de estos productos.

Niño disfrutando de leche de quinoa. Fuente: Pixabay.com

Leche de avena. Fuente: Pixabay.com
Otra opción es la leche de avellanas y cacao: es ideal para los niños y es una opción mucho más sana que las tradicionales bebidas y batidos de chocolate. También puedes preparar leche de avellanas con esta receta si no añades cacao (o algarroba en polvo), o si no te gustan las avellanas puedes añadirle el cacao a otra de las recetas de bebidas vegetales. Con los restos de esta leche preparamos estas trufas de chocolate y avellana, aunque también sirve para otros restos de leches vegetales. Por último, recomendamos la leche de quinoa. Este producto se ha puesto muy de moda en los últimos años y adaptarlo en nuestra alimentación es una buena opción. En cuanto a la leche, es muy nutritiva, ideal para celíacos y para personas que prefieren las bebidas con menos grasa, el problema es que al menos aquí en España la quinoa es cara, por eso en casa preferimos la leche de avena o la de arroz.
