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Una oleada de calor que empieza en el pecho y sube hacia la cabeza generando abundante sudor, sobre todo en la zona del escote, el cuello, la cara y las axilas, aunque no hayas hecho ninguna actividad física. En algunos casos, puedes percibir palpitaciones, sensación de angustia y frío o escalofríos.
Esta desagradable sensación es la que perciben las mujeres que sufren sofocos. Recién entradas en la menopausia, e incluso durante años anteriores, algunas mujeres experimentan esta desagradable sensación. Los sofocos se conocen como los principales síntomas de la menopausia, pero, ¿podemos combatirlos sin la necesidad de tomar medicación?

Trebol Rojo. Fuente: ellayelabanico.com
El origen principal de este problema es que se altera la autorregulación de la temperatura corporal, motivado por una bajada en la producción de estrógenos que se experimenta durante este periodo. Para compensar esta bajada de estrógenos que provocan los sofocos, se recomiendan una serie de medidas basadas en la fitoterapia que pueden ser muy eficaces para aliviar esta sensación. Una de la plantas recomendadas es el lúpulo. Recientemente se ha descubierto que el lúpulo contiene un tipo de flavonoide que actúa como un eficaz fitoestrógeno (sustancia vegetal similar a los estrógenos femeninos).

Mujer sufriendo de un sofoco. Fuente: knowi.com

Por otra parte, la salvia también facilita el camino de la mujer por la menopausia. Esta planta se ha utilizado siempre para aliviar los molestos calores y la sudoración que se presentan sobre todo durante la noche, por lo que te ayudará a dormir mejor. Sus bondades residen también en sus fitoestrógenos. El Dong Quai tampoco se queda atrás. Contiene sustancias naturales con una actividad similar a los estrógenos. Esto hace que resulte de gran ayuda no solo para combatir estos calores, sino también otros síntomas como el nerviosismo, la ansiedad, las jaquecas.
Además, el trébol rojo. Sus isoflavonas (genisteína, daidzeína etc.) la convierten en una de las plantas imprescindibles en la menopausia. Y es que el trébol rojo ayuda a compensar la falta de estrógenos: aleja los sofocos, protege tu corazón y tus huesos.
Por último, la soja y maca también favorecen el organismo en los momentos más complicados de la menopausia. Las isoflavonas de la soja contribuyen a aliviar los síntomas menopáusicos. La dosis es de 40 a 120 mg al día de extracto de habas de soja. Por su parte, los esteroles de la maca tienen un efecto similar. Se aconsejan 1.000 mg de su extracto. No se deben tomar si los niveles estrogénicos son elevados o se ha sufrido cáncer de mama.
Imagen de una rama de lúpulo. Fuente: natursan.com
Son unos 5 minutos de sofocación pero llegan a alterar mucho la calidad de vida de la mujer cuando los sufre de forma habitual. Durante la sofocación se produce una dilatación de los vasos sanguíneos más superficiales y un aumento de la temperatura cutánea y del ritmo cardíaco (taquicardia). Su duración habitual es de 3 a 5 minutos y si ocurre de noche llega a alterar el sueño. La tensión arterial, al contrario de lo que pueda parecer, no se modifica. Aparte de la ayuda natural, también es necesario recurrir a ciertos hábitos saludables que reduzcan los sofocos.
Reducir el consumo de bebidas alcohólicas, ya que estas incrementan la temperatura corporal. Por el mismo motivo, conviene evitar las bebidas calientes o el picante.
Usa tu sentido común. La temperatura ambiente afecta a la frecuencia e intensidad de los sofocos, así que procura llevar ropa fresca y de algodón. Recupera el complemento de las abuelas: que no te falte un abanico a mano.
Hidratarse es fundamental. Tomar unos dos litros de agua al día es básico. Lleva siempre una botellita en el bolso y bebe de forma continua.
Deja el tabaco. Las mujeres fumadoras sufren con más frecuencia sofocos, por lo que abandonar este hábito nocivo mejorará el proceso.

Cartel contra el tabaco. Fuente: bitacoraenfermera.com
Además de los sofocos, existen muchos síntomas de la menopausia que muchas mujeres no reconocen fácilmente. En ocasiones, algunas afectadas acuden a su médico de cabecera pensando que pueden estar enfermas. Realmente, lo que ocurre es que su cuerpo está cambiando. ¿Cómo podemos reconocer los síntomas más frecuentes de la menopausia? Ver infográfico
